Consejos para Ser una Buena Dama de Honor

Sin dudas que una novia nos elija como su dama de honor es todo un privilegio. No basta llevar un vestido especial o algún accesorio característico o estar al lado de la novia cuando da el si… ser una buena dama de honor tiene también sus responsabilidades.

En este artículo te damos algunos consejos para que seas la mejor “bridesmaid”.

#1- Trabajen en equipo. El grupo de damas de honor ha de acompañar a la novia en todo momento y no pelear entre si. Esto puede parecer una tarea imposible pero han de recordar quien es la persona más importante. Ella las ha elegido por alguna razón y si entre las damas no se llevan bien, la agasajada tendrá otro problema más en qué pensar.

Dejen de lado sus egos y organicen entre todas la despedida. Ayúdenla cada una en lo que es buena, por ejemplo una se puede encargar de acompañarla a elegir las flores, otra a buscar las tarjetas o a probar la comida.

#2- No se quejen del vestido elegido. Es verdad que vestir de acuerdo al gusto de otro quizás no es lo más lindo sobre todo en la boda de alguien tan especial. Pero nuevamente recuerda la máxima: la novia es la más importante ese día. Nada de discusiones a menos que todas las damas se den cuenta de que el atuendo elegido no combina con la fiesta o que no se consigue en ningún lado.

#3- Brinden apoyo emocional. Este es uno de los roles más importantes de una dama de honor. Estar al lado de la novia cuando más lo necesita. Desde darle un pañuelo cuando esté a punto de llorar en la ceremonia a saltar de alegría cuando encuentra el vestido que mejor le queda. También para que se relaje cuando está nerviosa y estar pendiente si algo falta o se ha olvidado.

#4- Ocúpense de los imprevistos. Contratiempos hay en todas las bodas, de eso nadie esta exento. Uno de los papeles de las damas de honor es estar en el momento justo para solucionar un problema. Salir corriendo a buscar un nuevo ramo de flores o ir a la casa de la novia porque se olvidó el velo, tener una lima de uñas o artículos femeninos en el bolso, decorar las mesas como saben que ella quiere o incluso recibir a los invitados para que no se impacienten.